¿Para qué sirve?
La Homeopatía es una opción terapéutica que utiliza medicamentos homeopáticos y que podrá elegir el médico dentro de todas las posibilidades terapéuticas que existen en medicina (medicamento convencional, cirugía, fisioterapia, etc…).
Esta terapéutica estimula las capacidades curativas naturales del propio cuerpo para recuperar la salud, vitalidad y bienestar, usando medicamentos que actúan restableciendo el equilibrio, curando el interior de la persona y la tratan en su globalidad.
Con la homeopatía tenemos una amplia gama de posibilidades terapéuticas donde el paciente será el gran beneficiado, siendo ésta útil en un extenso abanico de enfermedades y problemas de salud, que puede darse como tratamiento exclusivo, o complementado con otros fármacos o intervenciones, o puede ser complementario a otro tratamiento principal, dependiendo de la enfermedad, de la gravedad y de la situación del paciente.
Motivos frecuentes de consulta
Los problemas que más frecuentemente se ven en la consulta del homeópata dependen del tipo de paciente:
- En niños, las infecciones de repetición (faringitis, amigdalitis, vegetaciones, otitis), los problemas de alimentación, sueño, alergias…
- En hombres, los problemas digestivos y urológicos (próstata, piedras).
- En mujeres, los problemas menstruales, varices, sofocos, ayuda al embarazo y parto, infecciones genitales y urinarias de repetición.
- De forma general, los problemas de la piel, las migrañas, los dolores reumáticos (artrosis, fibromialgia, espondilitis anquilosante, etc) y las alteraciones del ánimo (ansiedad y depresión).
- En las enfermedades graves y terminales, y en particular el cáncer, suele utilizarse para aliviar los efectos secundarios de la quimioterapia y de la radioterapia (nauseas, quemaduras, fatiga, estado de ánimo).
Uso en Enfermedades Crónicas
En las enfermedades crónicas en especial, la homeopatía puede ir más allá del control de los síntomas; ayuda al paciente restableciendo su equilibrio global natural, y para ello, el médico homeópata valorará aspectos como la constitución física, su forma de reaccionar, sensaciones frente a la enfermedad, así como factores de mejoría y de empeoramiento. El profesional pautará un tratamiento personalizado.
Utilizaremos la homeopatía en pacientes con enfermedades crónicas en las siguientes situaciones:
- En procesos agudos concomitantes (que se añaden al problema principal), sin miedo a interacciones entre los diferentes medicamentos.
- Para mejorar el control de la enfermedad, de modo que las crisis aparezcan con menos frecuencia y que sean menos intensas, y que se puedan reducir las dosis y número de los fármacos convencionales.
- Aparición de efectos secundarios que puedan aparecer con la medicación convencional (vómitos, molestias gástricas, hígado e incluso en la piel…)
- En síntomas emocionales asociados.
Uso en embarazadas
Otro campo a destacar de la utilización de la homeopatía es el de mujeres embarazadas.
El buen perfil de seguridad y alta tolerabilidad hace posible que sean medicamentos seguros para la mujer embarazada. Por lo tanto, su utilización es pertinente en el tratamiento de las patologías asociadas más frecuentes con el embarazo y también durante la lactancia.